viernes, 17 de abril de 2015

El hombre de la piel de oso

Esta segunda actividad consiste en adaptar un cuento folclórico que nos contó la profesora, Irune. Debemos adaptarlo para que pueda ser un cuento para la etapa de Educación Infantil. Se trata de un cuento de los Hermanos Grimm. Por si no los conocéis, pongo una pequeña biografía de ellos a continuación:

Los Hermanos Grimm es el nombre usado para referirse a los escritores Jacob Grimm (4 de enero de 1785, Hanau (Hesse, Alemania) - Berlín, 20 de septiembre de 1863) y Wilhelm Grimm (24 de febrero de 1786, Hanau - 16 de diciembre de 1859, Berlín). Fueron dos hermanos alemanes célebres por sus cuentos para niños y también por su Diccionario alemán, las Leyendas alemanas, la Gramática alemana, la Mitología alemana y los Cuentos de la infancia y del hogar (1812-1815).






Los cuentos populares se han enriquecido por los Hermanos Grimm, quienes buscaron en las narraciones orales de raíces populares una gran cantidad de relatos, que recopilarían en sus Cuentos para niños, obra publicada en 1812. Entre ellos se encuentran los conocidos  Pulgarcito, Blancanieves, Barba Azul, etc.


El cuento que vamos a trabajar es: EL hombre de la piel de oso. A continuación os muestro mis argumentos y cambios.

He adaptado el cuento a la edad de 4 a 5 años. Debemos de centrarnos en la etapa de Educación Infantil y creo que según mi adaptación está más conseguida para trabajarla en la segunda etapa del ciclo.

En todo momento seguí el tema principal del cuento intentando no cambiar los elementos más importantes. Sigue el mismo desarrollo de introducción, nudo y desenlace.

Creo he mantenido la esencia que hace que cualquier niño al escuchar un cuento no se quiera mover del sitio hasta el final de este.  

En todo momento intento adaptar el vocabulario a los peques. Por ello he elegido también la edad de 4 a 5 años, puesto que el vocabulario que tienen es más amplio que el de los de la primera etapa.

He quitado el tema de la religión del cuento, puesto que hoy en día este tema no es como antiguamente. En el aula nos podemos encontrar con niños de diferentes religiones y otros que no son de ninguna. Por eso he  eliminado esta característica de la historia. El demonio en este cuento folclórico es un duende.

En todo cuento de niños, los personajes tienen nombres. He intentado adaptarlos dependiendo de la personalidad y acción que desarrolle cada uno de ellos.
Protagonista à Lucas.
Duende à Prunch.
Padre de las chicas à David.
Hijas à Beatriz y Anita.

Respecto a la longitud del cuento, he simplificado y omitido ciertas partes que creía que no eran tan importantes. A los niños les encanta los cuentos. Pero es difícil también tener atentos a una clase (alrededor de 15 niños o más) durante mucho tiempo. Creo que en la edad de 4 a 5 años, el tiempo de la narración de esta historia es adecuado. Siempre existe la opción de meter más detalles en narración o menos dependiendo de cómo veamos a los alumnos.

He incorporado un comienzo propio de un cuento “Erase una vez…” y un final “….vivieron  felices, comieron perdices, y a mí no me dieron porque no quisieron”




EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO

Erase una vez un apuesto joven, Lucas. Había combatido en la guerra. Y al acabar por fin podía regresar a su hogar con su familia.

Abrió la puerta de su pequeña casita, y ahí estaban sus padres sentados en el sofá tan contentos por ver a su hijo de vuelta después de la gran guerra.

La madre le preparó un caldo y le informó sobre la vida de sus hermanos pequeños. Ambos se habían casado. Pero estaban sin trabajo… Era una época muy mala y nadie tenía nada para comer.

Al día siguiente, Lucas madrugó para irse a buscar trabajo. No quería que su familia sufriese. Pero en el pueblo no encontró nada…

Dando un paseo se encontró con un duende. Este duende se llamaba Prunch. Prunch era un poquito malo… Le dijo a Lucas:

-Tú te crees un gran guerrero por haber estado en la guerra, pero ¿realmente eres un joven valiente?-

Lucas contestó: - Me considero valiente, pues he luchado durante años en la gran guerra. Pero ahora busco trabajo para ayudar a mi familia. No tienen trabajo, ni nada que comer… ¿Puedes ayudarme?-

Prunch pensó mmmmmmm. - Te propongo un trato. Debes llevar mi abrigo de piel de oso, de sus bolsillos siempre sacarás dinero y así podrás ayudar a tu familia, y nunca más tendrás problemas de dinero. -

Lucas pego saltos de alegría. - ¡Por supuesto que sí! - No sería tan fácil, Prunch tenía unas condiciones.

Debía estar tres años cambiando de pueblo cada semana, Lucas había estado cuatro años en la guerra sin ver a su familia era un poquito menos y le pareció bien.

La segunda condición era que no podía lavarse, pero pensó que tampoco en la guerra había podido lavarse todos los días.

Y por último… Se volverían a encontrar en tres años y si no cumplía alguno de sus requisitos. Lucas sería su esclavo para toda la vida.

Lucas se lo pensó un rato… Era un sacrificio, pero él había combatido en la gran guerra, no tenía miedo, era un joven valiente, y nunca más ni él ni su familia pasaría hambre.

Lucas se colocó el abrigo y se despidió de Prunch. Regresó a su hogar. Allí estaban sus padres, y ese día estaban sus hermanos.

Metió la mano en el bolsillo una y otra vez, sacando muchas monedas. Su familia no tendría problemas nunca más. Aprovecho a comprarse una hermosa casa y la lleno de dinero para su futuro. Sólo serían tres años nada más.

A la semana, cambió de pueblo. Lucas ya empezaba a oler mal… A los tres meses la gente no se acercaba a él, ¡¡¡Olía fatal!!!

Pero Lucas que era una buena persona. Cada vez que alguien le ayudaba, que no se asustaba de sus pintas.  Metía la mano en el bolsillo y le daba monedas.

Pasaron dos años… y Lucas apestaba, tenía la barba muy larga, unas uñas que parecían garras… ¡¡Era como un oso!! La gente, le trataba tan mal por su aspecto. ¿Cómo podían juzgarle por su físico? Cuando en un pueblo nuevo alguien le ayudaba, Lucas metía la mano en su bolsillo y le daba un puñado de monedas.

Pasaron otros seis meses. Ya no le quedaba nada. Y en un pueblecito encontró un pobre hombre que le ayudo. Lucas vio su aspecto, ese hombre no tenía mucho, y le estaba ayudando. Lucas, metió la mano en su bolsillo y saco un puñado de monedas. Se la dio al buen hombre, que por cierto se llamaba David.

David invitó a Lucas a su casa. Quería que pasase esa semana con él y su familia para agradecerle su bondad. Lucas aceptó.

Cuando entraron en la casa de David, estaban sus hijas Beatriz y Anita. - ¡Un oso! – grito Beatriz, era la más mayor y corrió horrorizada a su habitación. Anita se acercó y le saludo amablemente. Si era amigo de su padre, sabía que debía ser educada.

Esa semana Beatriz estaba encerrada en su habitación o en el campo recogiendo flores. En cambio Anita poco a poco se fue enamorando de ese joven, aunque pareciese un oso, Lucas era una persona maravillosa.

El último día de la semana Lucas agradeció su hospitalidad a David sacando otro puñado de monedas de su bolsillo. Y le regalo un anillo precioso a Anita. En seis meses acabaría el pacto que hizo con Prunch. Regresaría y se casaría con ella, si seguía dispuesta.

Y así fue, después de tres años Pruch y Lucas se encontraron en el mismo lugar. Prunch estaba maravillado con la valentía de Lucas, y por ello le devolvió su aspecto.

Lucas regresó a casa de David para cumplir su deseo de casarse con Anita. Casualmente abrió la puerta de la casa Beatriz, la cual se quedó perpleja al ver al joven atractivo en su puerta. Lucas pregunto por Anita. Ella bajo corriendo y reconoció la mirada de su amado. Y en una gran fiesta se casó con Anita. Y los dos juntos vivieron felices, comieron perdices, y a mí no me dieron porque no quisieron.